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Con la llegada de la democracia no solo se termina con una época de restricciones sociales si no que se produce un movimiento contracultural, la denominada Movida.

En estos años, calificados por algunos como posmodernismo, los artistas quieren renovar el panorama artístico que aparecía como estancado, lo cual llevo a numerosas experiencias multidisciplinares posteriores a la abstracción.

Los creadores que protagonizan esta década son jóvenes y vitales, dispuestos a luchar contra el orden establecido y a revitalizar el ambiente artístico. La variedad de estilos es clave, distinguimos entre la abstracción analítica, la neo abstracción o la nueva figuración con sus perspectivas utilizadas de un modo clásico, además de la abstracción mística y la nueva figuración expresionista.

La riqueza de esta exposición radica en mostrarnos ese panorama amplio y versátil a través de las creaciones más destacadas de esa etapa. Un conjunto de obras que abarca un periodo de tiempo que se inicia a finales de los años setenta y que llega hasta mediados de los noventa, aunque el núcleo principal esté centrado en los ochenta.

Comparten protagonismo autores de diferentes generaciones como Manuel Hernández Mompó (1927-1992) o Albert Rafols-Casamada (1923-2009) con Jaume Plensa (1955) o Miquel Barceló (1957) sin olvidarnos de Alfonso Fraile (1930-1988) o Luis Gordillo (1934). Seremos testigos de como estas generaciones se entremezclan, los creadores más jóvenes conviven en la esfera artística con los ya consagrados.

Esta muestra es una prueba de cómo en los años ochenta no hay ninguna tendencia clara que aglutine a los artistas dentro de un único estilo y nos permite acercarnos a ese periodo definitivo para el arte contemporáneo de nuestro país.

Estamos ante una selección de casi treinta obras pertenecientes a las Colecciones ICO que son la memoria de la complejidad y de la variedad de la creación artística de una de las épocas más fecundas y polifacéticas del siglo pasado.